Cuidar de nuestra salud empieza en la mesa. No se trata de hacer dietas estrictas o de privarse, sino de aprender a elegir mejor lo que comemos. Aquí te dejamos cinco consejos prácticos para incorporar poco a poco en tu día a día:
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Aumenta el consumo de frutas y verduras: lo ideal es incluir al menos 5 raciones al día. Aportan vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales para el organismo.
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Elige cereales integrales: opta por arroz integral, avena, pan de centeno o quinoa. Te darán más fibra y energía sostenida.
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Reduce los azúcares refinados: sustituye los refrescos y bollería por alternativas naturales como frutas deshidratadas o endulzantes saludables (stevia, miel).
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No olvides la hidratación: beber suficiente agua a lo largo del día mejora la digestión, la piel y la concentración.
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Come de manera consciente: mastica despacio, disfruta cada bocado y escucha las señales de tu cuerpo para no comer de más.
👉 Adoptar pequeños cambios es más efectivo y duradero que buscar resultados rápidos. Recuerda: lo importante es mantener el equilibrio.